¿En qué consiste el cuidado quiropráctico?

A menudo, en Quiropraxia hablamos de cuidado y no de tratamiento. Esto es porque la columna vertebral necesita ser cuidada de forma periódica a lo largo de nuestra vida y desde que somos niños.

En gran parte, lo que sucede en nuestro cuerpo a diario tiene relación directa con la columna. La manera en que una vértebra trabaja con la que le sigue y la forma en que estas se relacionan con el sistema nervioso y  los nervios que salen entre una y otra, determinaran las respuestas de nuestros órganos, músculos y articulaciones y por tanto de nuestra movilidad para agacharnos, acostarnos o levantarnos de la cama, subir o bajar del auto, etcétera.

En esa lógica, también influyen nuestras emociones, estados de ánimos y respuestas a las diferentes situaciones de estrés a las que nos exponemos constantemente e incluso nuestro descanso.

El cuidado quiropráctico tiene diferentes etapas, las cuales dependen de varios factores como la edad, el tiempo estimado de las subluxaciones vertebrales previas, la condición física, la actividad que se realice, etcétera.

Sobre los tiempos

Al comienzo del proceso, seguramente el cuidado será más intensivo y requiera de chequeos más frecuentes. Una vez alcanzada determinada estabilidad, la frecuencia entre una visita y otra disminuye, hasta alcanzar un control cada 25 a 30 días o un poco más si el profesional lo considera conveniente.

Si bien es cierto, y no menos importante, que muchas personas  mejoran notablemente su sintomatología con Quiropraxia, el principal objetivo del cuidado quiropráctico es detectar y corregir las Subluxaciones Vertebrales tan pronto como sea posible, a los fines de que cada persona que recibe tratamiento alcance un funcionamiento óptimo y saludable.